Recuerdo 5 infancias: la primera de ellas en Nova Shine, a principios del cuarto siglo del gobierno de la Comunalidad. Eran los comienzos de la exploración interestelar, y cada pocos años llegaban noticias de los mundos que se habían descubierto. Ya se había encontrado vida fuera del sistema solar y todos confiábamos en que no tardaríamos en encontrar inteligencia. Mis padre trabajaba en el diseño de nuevas y mejores naves y toda mi juventud estuvo siempre cerca de las estrellas. Me prepare para un evento que tardaría varios siglos en producirse, el estudio de civilizaciones extraterrestres. Comparto esta infancia con todos mis padres y hermanos.

Otra de mis infancias es un lienzo blanco, solo formas simples matemáticas en un universo con 11 dimensiones. También recuerdo haber sido ayudante de Leonardo da Vinci, o crecido en un nave interestelar a décadas de llegar a su destino, o luchado una guerra de exterminio contra seres alienigenas de materia oscura. 

Soy un ente sintético construido con las memorias originales de un estudioso que vivió hace 10000 años. Considerado una eminencia a posteriori su trabajo nunca fue reconocido en vida. Mas de 2000 años después de su muerte, con la llegada de comunicaciones de colonias lejanas que habían divergido tanto como para apenas ser comprensibles fue reconocido su trabajo y legado. A partir de sus memorias y personalidad se creo un eidolon, el cual demostró ser increiblemente eficaz a la hora de entender y manipular culturas extrañas. 

Su grado de éxito fue tal que pudo hacer algo que rara vez se permite: crear un segundo eidolon a partir del primero. Con los recursos de la Tierra limitados se prefiere crear inteligencias sintéticas a partir de la casi inagotable biblioteca de memorias de los fallecidos.

El segundo eidolon no fue inferior al primero en sus logros y se permitió crear mas copias. Las sucesivas generaciones se fueron bifurcando en diferentes momentos de su historia personal. Algunos solo contenían los recuerdos originales, otras compartían cientos de años de experiencia como eidolones. Como si fuese un fractal de infinita complejidad se fue expandiendo y dividiendo las experiencias y los individuos.

Avanza casi 8000 años. Mi familia esta compuesta por 47840 individuos, dos terceras partes viviendo en la tecnopolis que construyeron entre Urano y Neptuno. Nuestra producción económico-cultural nos equipara con Venus, y el rostro de mi antecesor se ha usado en tantas virtualidades educativas que es imposible usarlo sin llamar la atención.

La sociedad que ha resultado es una meritocracia, y ser un vástago de una copia ilustre te proporciona cierto renombre.

Y como toda sociedad posee su política interna, difícilmente entendible para alguien que no haya nacido dentro de ella. Digamos que ahora hay tres grandes facciones dentro de la familia: los Conservadores, los Aislacionistas y los Expansionistas. Esto es una simplificación, estas facciones están compuestas por otras más pequeñas y las fronteras entre unas y otras cambian sin cesar. Pero dejemoslo en esas tres.

Las tres facciones se alían, colaboran y luchan entre si. No es de extrañar que muchos de nosotros tratemos de alejarnos de la influencia de la tecnópolis y sus maquinaciones. Pero los recursos que posee hacen que sea imposible desconectar totalmente de ella, y al final sus conflictos acaban atrapandonos.

He dicho que he tenido 5 infancias, pues no soy exactamente igual que mis antecesores. Mis memorias, a diferencia de lo habitual, no contienen solo una rama de memorias. En mi se combina la experiencia de 3000 años subjetivos y cerca de 60 iteraciones diferentes de Joseph, algunas de ellas sólo existentes en virtualidad. Mis padres formaron muchas combinaciones diferentes, y nos forzaron a enfrentarnos entre nosotros en una serie de juegos para probar quien era más apto. Solo a los ganadores se les proporciona la independencia y libertad, los derrotados fueron eliminados. Al final se quedaron solo con 12, del cerca de 200 inteligencias que alcanzaron la autoconsciencia y eran estables (contando las inestables quizás llegase a las 3000).

Por supuesto lo primero que hice, tras declarar mi odio al sistema que había matado a mis hermanos, fue proporcionarme un cuerpo lo más capaz posible y presentarme voluntario para las fuerzas SCI. Quizás era lo que querían mis padres, que sirviera a la tecnópolis analizando culturas y preparando formas en las que pueden ser neutralizadas o asimiladas por la Comunalidad.

Mi primera nave fue "Aunque te pongas perfume sigues oliendo mal", una nave típica de Contacto destinada a explorar los territorios de los Estados Sucesores de la Guerra Venu. Durante 4 años comerciamos, hicimos alianzas y enseñamos nuevas tecnologías. También tuvimos nuestros encuentros con hostiles, pero la Comunalidad ya había aprendido de la guerra y sus naves ya no están tan indefensas como antes.

El último año estuvimos integramente estudiando una alianza comercial de 5 planetas que tenía posibilidades de ser asimilada. Varios miembros de la nave formaron vínculos emocionales con los nativos. Por desgracia al cabo de ese año mi evaluación era que esos planetas representaban un peligro memónico excesivamente alto si se unían tal cual a la Comunalidad y debían ser neutralizados. Mi propuesta fue causar una guerra civil. El anuncio de estas medidas causo un motín en la nave, que pudo ser sofocado pero dejo varios muertos y me aisló completamente del resto de la tripulación. Una vez completado el proyecto de la guerra civil se me informó que me iban a trasladar a otra nave.

Confió que esta vez no tenga que matar a tantos de mis compañeros como la última.